Origen de la tapa, historia y anécdotas

Si hay algo que los madrileños aprendemos desde pequeños es que “tapear es sagrado”. Es parte de nuestra cultura, y ni la cuestión económica, ni pandemias, ni ostras hacen al madrileño perder sus ganas de tomarse una tapa con un vino, un vermú o una cerveza fría.

Parece lógico que la palabra tapa viene del verbo tapar, tapar la bebida con un trozo de pan o un rodaja de jamón.

Pero nosotros que somos unos enamorados de las historias que justifican la historia y origen de otras historias, os contamos el origen que se ha ido transmitiendo boca a boca.

Así una de las historias más trasmitida dice que el Rey Alfonso X enfermó y los médicos le recetaron vino y, para no emborracharse, lo tomaba con pequeñas porciones de comida. Viendo el monarca en esto algo muy saludable dispuso que en los mesones castellanos se acompañara el vino con algo de comida, con lo que los efectos del alcohol se tapaban.

Otra de nuestras historias dice que estaba Alfonso XII de visita en Cádiz, paró en el “ventorrillo del chato” a tomarse un vino. Se levantó un fuerte aire de levante y el mesonero tapó el vaso del Rey con una loncha de jamón para evitar que entrara arena, cosa que al rey le encanto y “pareciole un gran hallazgo”. Lo que no sabemos es porque la arena no se quedo pegada al jamón.

Hay una explicación mas vulgar, en la que no intervienen reyes, y es la que dice que los mesoneros comenzaron a tapar con algo de comida el vino para evitar así los efectos del alcohol y así los clientes pudieran beber más, no salieran tan perjudicados y no montaran expolios dentro del local.

De estas tres historias hay infinidad de “subhistorias” regionales y locales argumentando que fue en uno u otro establecimiento. Como en tantas cosas y sin más argumentos que la trasmisión oral de todo esto puedes quedarte con el origen de la tapa que más te guste.