Los dragones de la Calle Libreros

La leyenda parece sacada de alguno de los muchos libros que podemos encontrar en esta calle. Cuenta que Justa tenía aquí un pozo incluso antes de que fuera calle. El pozo de Justa era muy temido porque se decía que en su interior vivían dos terribles basiliscos, por lo que el pozo siempre permanecía cerrado. 

Se cuenta que un buen día una joven, pensando que todo eran mentiras y cuentos de vieja, quitó  la losa que lo cubría, al destapar el pozo, de su interior salieron unos poderosos rugidos y una llamarada que dejó hecha cenizas a la muchacha.

Nunca se encontraron los basiliscos, bueno nunca se ha encontrado ninguno en ningún sitio, pero si algún día abrís un pozo y veis una enorme  especie de serpiente con alas en su interior, cerrarlo lo más rápido que podáis, es un consejo de Cuéntame Madrid.