Visitar el Templo de Debod

Su localización es verdaderamente privilegiada, a 5 minutos del Palacio Real, Plaza España, Princesa o Gran Vía y desde sus jardines se puede ver una panorámica extraordinaria de Madrid. Os recomendamos visitarlo al atardecer donde las luces juegan con la piedra , el agua y la vegetación. Desde el mirador podrás deleitarte con una de las más bonitas puestas de sol en Madrid.

El templo de Debod fue traído desde la región de Nubia hasta Madrid en un viaje de más de 5.000 km y como toda buena aventura estuvo llena de tropiezos. Llegó piedra a piedra en cajas, muchas no numeradas y faltando otras muchas, acompañadas de un simple Plano, un croquis y algunas fotografías .
El trabajo de los restauradores fue colosal y en dos años el templo estaba abierto al público. Si miras bien te darás cuenta que las piedras tienen dos tonalidades diferentes. Las muchas piedras que faltaban fueron sustituidas por otras trabajadas en España y de otro color para diferenciarlas de las originales, como forma de no “corromper” la obra original.

El templo al Dios Amón y a Isis en origen se encontraba en un pequeño `pueblo a la orilla del Nilo en Egipto, Debod, construido en el siglo II a.c , fue regalado por el pueblo egipcio a España en 1968 como agradecimiento a su colaboración para salvar los 22 templos Nubios que eran amenazados con quedar sumergidos por la construcción de la Presa de Asuán.
Se montó como un rompecabezas sin instrucciones, piedra a piedra respetando la orientación Este a Oeste que tenía en origen y construyendo un pequeño estanque en recuerdo al rio Nilo que lo bañaba.

Si te gustan las curiosidades, te divertirás buscando las inscripciones en la piedra que tiene el templo, más de doscientas que han servido para el estudio de su historia, puedes ver caravanas y rebaños de dromedarios, una barca de remos, una gacela, operaciones matemáticas, cruces y más de treinta  firmas de viajeros entre otras.